La religión del estado es la del Islam y la mayoría de los habitantes son musulmanes. Aunque también hay un reducido número de habitantes de otras religiones como católicos, judíos, romanos, ortodoxos griegos y protestantes.
En 1956 se crea la constitución que garantiza la libertad de fe religiosa y de culto.
El Estado protege los lugares de culto de todas las religiones, y protege el derecho de las minorías religiosas a practicar sus propias creencias.
Como musulmanes tienen que aceptar la unidad de Dios y el poder de su palabra, expresada en el Corán.
El lugar donde los musulmanes practican su religión es en las Mezquitas.
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